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Acabo de leer un artículo de opinión (sic) que critica amargamente lo costoso del vestudo que Anahí usó en un evento irrelevante, al que fue con su novio el gobernador de un estado muy pobrecito de nuestro país. Tal como cuando Angélica Rivera de Peña fue a Lo dres hace un mes. Al igual que la hoy primera dama, Anahí es criticada por sus excesivos gastos en objetos de lujo, viajes, fiestas, etc.
Existen varias cosas innegables en nuestro país: de entrada, la situación social es pésima. Vivimos en una nación en la que asesinar como medio para dirimir las diferencias entre grupos, es la moneda corriente. No sólo entre grupos del narco, o entre los narcos y la policía, sino entre vecinos, taxistas, camioneros…
La política en nuestro país es una desgracia. Y lo es gracias a la corrupción. Ese maldito cancer que va a todos los niveles y qe trae, como consecuencia última, que no se puede confiar en ninguna de las instituciones, leyes o funcionarios del nivel que sea, desde el presidente hasta la aburida burócrata come torta que trabaja de recepcionista en cualquier oficina de CFE.
Finalmente, y no por que ahí se acaben los problemas, la economía mexicana es una realidad muy alarmante. Un peso que es quince veces más barato que un dolar, es reflejo de una nación quince veces más debil, fuera de control y quince años más atrasada en todo sentido.
La lista de problemas de México puede seguir ad nauseam pero, qué importa, si lo que nos llama la atención es el vestido de Anahí? Los problemas de México comienzan con la indiferencia de los mexicanos…es más fácil desgarrarse las vestiduras por que el vestido de la novia de un gobernador es caro, o porque Peña Nieto viaja con 100 acompañantea a RU, que tomar en serio asuntos como no ser corrupto, leer el periódico y ser firmes y unidos. Sentirse muy mexicano cuando juega la selección no sirve de nada, si cuando hay una injusticia, la unión se diluye poco a poco porque “no podemos hacer nada, así es la política”. Claro, siempre será más fácil ser reaccionario desde facebook. Compartir el precio de un vestido y decir que es el colmo, pero… Se han puesto a pensar que en realidad Peña Nieto no es tan pendejo?
Usando ese argumento como burla y ataque contra el presidente, hemos hecho que la política de este sexenio juegue el mismo juego. Ellos hacen como que son pendejos y por eso la cagan y la cagan, y nosotros creemos que esa pendejez crónica es su definición antropológica y la razón de nuestros males. Nos es verdad! Es sólo una señal más de nuestra mediocridad y siempre muy mexicana manera de culpar al otro, burlarnos y encogernos de hombros. El presidente es un pendejo, sí, pero la mayoría de los mexicanos lo escogio, eso ea innegable. Las novias y primeras damas usan el dinero que le daría de comer a no sé cuántos niños chiapanecos. Claro! Pero eso es una falacia. La primera dama tiene que vestir bien y punto, los niños van a seguir igual de hambrientos hasta que cosas más fundamentales no cambien, así haya salido en Televisa o en Warner la primera dama o novia.
Dejémonos de argumebtos políticos que podrían ser dichos en E! y pongámonos a leer, trabajar y actuar respecto de lo que sí cambiará al país, por que una nación con un presidente flagrantemente pendejo , es una nación de pendejos, y no queremos eso. Al menos yo no!