Lo-Fang escogió su propio nombre porque “su sonido hace referencia a lo femenino y masculino” en todos nosotros, lo cual es una de las características exploradas en el mundo contemporáneo: el deseo de conciliar o desdibujar, en mayor o menor medida, las diferencias entre lo que nos hace diferentes.
Así mismo, Lo-Fang no sólo busca expresar con su nombre lo que a su juicio es característico de nuestro mundo, sino que su música sigue esa misma línea. Continue reading →
A los trece años, cuando uno no sabe mucho de casi nada, pero cree saberlo todo de absolutamente todo, descubrí ese disco que no fue mi iniciación musical, pero sí un despertar absoluto.Continue reading →
Si por algo se ha caracterizado Tricky, es por tres cosas: la primera, su voz; característica por ser obscura, rasposa, y por la combinación de canto y plática que enfatiza las texturas de la música que acompaña. La segunda es haber sido siempre (con sus altibajos) un músico creativo, fuera del mainstream y muy innovador. La tercera, su firme intención de que el trip-hop no se muera nunca.
La fusión de electrónica y hip-hop, tan perfecta que las líneas entre ambos géneros se desdibujan, aderezado por un poco de jazz, ambient y acid, con una base de bajos y percusiones muy graves, eso es el trip-hop. Y desde finales de los noventa poco a poco ha ido cayendo en desuso, pero para algunos como Tricky, esto no representa un problema, sino un reto al hacer música nueva.
Adrian Thaws es el más reciente álbum de quien el mundo conoce y admira como Tricky, pero que en realidad se llama Adrian Thaws. Lo cual lleva a pensar que este es uno de esos álbumes introspectivos llenos de conmiseración pero todo lo contrario, Adrian Thaws es uno de los discos más accesibles y cercanos que el cantante haya hecho hasta ahora. Continue reading →
Escribir canciones en un sólo género es inconcevible para Charlie Winston; por eso toda su música es, aunque mayoritariamente folk, una mezcla de notas de jazz, deep y hasta pop…la música de Winston es como un perfume, en donde hay una nota central que te llena al primer contacto, y después una serie de olores más sutiles van saliendo poco a poco, dando impresiones diferentes en cada encuentro.
Con una apariencia de “hobo bien vestido”, y una herencia musical de generaciones familiares, Charlie Winston hizo su aparición, nada menos que con Real World Records, la compañía a cargo de encontrar talentos de la más alta calidad perteneciente a Peter Gabriel. Después Winston se unió a Gabriel en un par de giras y álbumes de compilaciones y el despegue fue inevitable; aunque se quedó en Europa, en su natal Inglaterra y en Francia, desde donde ha elaborado tres discos ya, de los cuales se desprenden los videos de abajo. Ojalá les guste!
La particularidad de Stromae se encuentra en que su música, una combinación de hip-hop, dance, ritmos africanos y un poco de chanson française, se mezcla con las letras que hablan de la soledad, el desamor, un papá ausente, el Euro…reflexiones sobre temas comunes, que si bien no desaparecen bailando, al menos no son contadas por medio de música triste, obscura o necesariamente enojada.
Stromae es un personaje (un juego de letras en “maestro“), con atuendos que recuerdan al mismo tiempo, a un caballero inglés y a un fan de los raves de los 90…un personaje que ha llamado la atención por que, al fin tenemos a un artista que usa su música para contar historias, no para creerse un genio… tal vez lo sea, tal vez no, pero él no parece estar interesado en descubrirlo, ni en tener el estatus. Ahí es en dónde se equivocó Morrissey!
Los problemas no se terminan bailando, se olvidan por un tiempo, pero se quedan, nos hace quienes somos y eso es Paul Van Haver (su nombre real). El SIDA, la paz, la guerra, twitter, la paternidad, el amor eterno, el divorcio…todo ello se baila en Racine carrée √ ,y en Cheese, sus dos discos. Continue reading →
Con sonidos hechos a base de muchas capas, Odesza se encarga de crear música electronica elaborada y compleja que bien puede ser el mejor soundtrack de un verano cualquiera.
Harrison Mills (aka CatacombKid) y Clayton Knight (aka BeachesBeaches) son dos músicos de Seattle que tienen una historia como la de muchas bandas indie de los últimos años. Se conocieron en la universidad, hicieron química perfectamente y comenzaron a crear música juntos. Poco a poco esta historia se fue convirtiendo en rumor y despeñes en un suceso que pinta para el éxito. Ese éxito se debe en gran medida a que la muñeca electrónica, sobre todo la que, a diferencia del trance o el house o el EDM, no aspira a revolucionar a la gente de cero a cien en treinta segundos y ponerlos a brincar; eso se logra muy fácilmente (léase Calvin Harris). En Odesza hay una combinación de chill, deep house y bass que poco a poco se va intercalando en melodías suaves pero que no escatiman en beats.
Escucharlos genera a sensación de estar en contacto con algo que viene del futuro, de un lugar agradable del que de hecho ya tenemos memoria.
Apple Radio decidió copiar en todos los sentidos el modelo de éxito de Spotify, y darle un pequeño extra.
Hace mucho tiempo que me decepcioné de la radio y dejé de escucharla. Las estaciones sólo se ocupan de un inútil exceso de noticias, mientras que aquellas pocas que se dedican a la música, tocan todo lo que no me gusta, además de que la lista de cuarenta canciones que se repiten y se repiten durante todo el día todos los días, no satisface mi apetito. Durante un tiempo escuché radio por internet de diversas estaciones (unas mejores que otras), mucho Radio1, Radio2… Ahora existe Beats1, y parece ser una gran idea. Continue reading →
MG es un tapiz de sonido que Martin Gore describe como cinemático, claustrofóbico y ambiental. MG es la primera obra completamente inédita de la mente detrás de los semidioses del synth-rock, Depeche Mode. Así como cuando en el Mago de Oz se descubre que toda la teatralidad, y misticismo terrorífico del mago, estaba controlada por un hombre detrás de una cortina, en DM, detrás de los estadios llenos al rededor del mundo, las riffs con influencia de blues, y los éxitos que definen a generaciones, al mover esa cortina está Martin L. Gore. Un hombre pequeño, de voz grave al hablar y dulce al cantar, con facha de freak, muy raro, siempre escondido detrás de atuendos andróginos y en tela negra y maquillaje de ojos, Gore encontró en su genialidad, el escape para ocultar la timidez y falta de normalidad en su persona.
De no ser Swift, Grande, Azalea o Minaj, la radio, y el mundo del pop, en general, no hace caso de la música de nadie más al parecer. ¿La razón? La edad.