Aquel que alguna vez se quitó el nombre (después de, como muchos, sólo hacerse conocer pos u monónimo) y que declaró que el internet era una cosa pasajera a inútil hora tiene una cuenta de Instagram; así es, el mismísimo Prince, en su Princestagram reparte ese amor tan torcido que tiene prosa mismo y su muy enigmática figura, y como en todo, absolutamente todo lo que hace, él es el único encargado de la curaduría y decisiones artísticas.

Hit n Run Phases I & II (que en realidad forman una sola pieza) empiezan, en Phase I, como un epílogo de viejas tonadas, mezcla de canciones muy bailables y de ritmos mucho más ásperos, para poco a poco evolucionar en Phase II, en donde elsonido de Minneapolis que él mismo inventó, emerge de entre las cenizas de los disturbios raciales a los que hace regencia en Así como con la cuenta de IG (y la un poco necia lealtad a Tidal), Prince parece estar reencontrando la
figura que a ratos parecía estar extraviada entre lo experimental, ístico y lo genial. una de sus canciones. No es un disco político, aunque es imposible decir que una sola parte de su música e imagen no tienen un fuerte contenido político, es sólo un llamado a la generación que se está olvidando de la firme unión entre música y cotidianidad que Prince siempre ha sabido tener en mente.
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