
Hace ya un par de años Klima sacó su primer disco y en él dejó claro que es poseedora de una voz tan dulce que podrías matar por ella. En esta ocasión me siento atrapado en una atmósfera tan sutil y efímera que es difícil de describir. Hay mucho de orquesta en Serenades… pero también hay guitarras acústicas que rayan en el folk, un poco de sintetizadores discretos y algunas voces de fondo como coros medievales que sin dudarlo acompañan la belleza de una voz de esas que pocas veces se dan en cada generación y que, por desgracia o por fortuna, en este caso, casi nadie conoce.
Klima se puede dar el lujo de hablar de cosas tan dispares como el amor, la angustia por la vida, una introspección que reflexiona sobre su padre… hasta un par de pinceladas de pop aparecen en este álbum que más allá de ser el segundo, es toda una nueva experiencia musical. No sólo es recomendable, es un must para cualquiera que se precie de tener gusto por la buena música. Enjoy!
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