
Pero ahora fue diferente, aunque todo por fuera era igual, en el fondo todos sabíamos lo importante de esa noche. La razón por la que todos estamos hoy aquí (y yo puedo escribir esto) es Abi, ella vino alguna vez desde Durango, tenía sólo quince años y comenzó a trabajar desde entonces para sacar adelante las cosas, su madre incluida. Los años pasaron, se casó con un hombre que le dio tres hijos y una enorme responsabilidad cuándo simplemente la dejó. Pero lo sacó todo adelante, tal vez no de la mejor manera – con el tiempo, cuando se ven las cosas en retrospectiva, siempre es posible decir que se hubiera podido hacer X en lugar de Y, pero eso y no importa en el presente, o sí? Ahora, muchísimos años después, estamos todos aquí, sentados alrededor de la misma mesa… los hijos de sus hijos son grandes (parece que se acerca el tiempo en que a esta casa le hagan falta más niños), hemos superado cualquier cantidad de cosas, divorcios, enfermedades, operaciones, peleas, problemas de dinero… pero siempre ha sido así, alrededor de una mesa, bebiendo mucho café y, al final, riéndonos muchísimo de cualquier cosa.
Cumplir noventa no sé si sea algo que quiero para mí, pero para Abi estoy seguro que es algo valioso. Ya se ve cansada, se ha ido haciendo como una niña chiquita, consentida, berrinchuda y demandante (todos los viejitos son así, supongo), pero es como el sol, todo en este universo gira a su alrededor.No sabemos cuántas veces más festejaremos el seis de mayo como este año. El humor negro de los Amaro dice cosas como “pero si ya ha habido una guerra mundial, varios papas, presidentes pro montones, incontables olimpiadas y Abi no parece quererse ir”, y mientras así sea, bebamos café. Enjoy!