
Ahora, hace unos días, la inteligente Miss California pulió su declaración al decir que en realidad esa respuesta fue por recomendación del mismísimo Dios. Así es, Carrie P. dijo que al escuchar la pregunta de los jueces pensó (lease con acento de doblaje de serie en tele abierta) “Oh Dios, ¿cómo es posible que pregunten esto en este consurso nacional? ¿Qué debo contestar?” y él le dijo al oido eso que la “señorita” tuvo a bien contestar. Bonita manera de aderezar sus ideas, sobre todo por que fue frente a senadores conservadores en Washington. Dejando de lado el asunto religioso, pobres gringos, una vez más lo confirmo. ¡Pobres!
Irónicamente, y para acabar con más ánimo este post, la guapísima Charlize Theron dijo hace unos días que ella no se va a casar hasta que el matrimonio sea una institución legal equitativa y justa. Esa es la prueba de que no todas las bonitas son tontas, sólo las bonitas gringas, quienes parecen estar entrenadas por sus compatriotas para caerse ante miles de personas en la tele el día de Miss Universo.