
La más reciente canción de Morrissey, ese del que hablé en una de las primeras entradas de este blog, es, como siempre, triste, muy triste, solitaria, hiriente, pero tan fuerte y sobre todo tan universal, que se cuela en la memoria. Al final de cuentas, hablar de amor no ofrece ninguna novedad, es cosa de todos los días… y no se diga del desamor! Y unir esto con el símbolo universal de ese sentimiento, París, es una contradicción que, por decir lo menos, estremece.
In the absence of your touch
And in the absence of loved ones
I have decided I`m throwing my arms around all of Paris because only stone and steel accept my loveIn the absence of your smiling face
I traveled all over the place
And I have decided I`m throwing my arms around all of Paris because only stone and steel accept my love
I`m throwing my arms around all of paris because only stone and steel accept my love.
I`m throwing my arms around paris because nobody wants my love
Nobody wants my love
Nobody needs my love
Nobody wants my love
Yes you made yourself plain
Yes you made yourself very plain
Eso que dice la canción, es eso mismo que más de una vez hemos sentido todos, por que si alguien es execpcional para hablar del amor y de la vida en su más delirante, deprimente y afectada gloria es Morrissey.
La música te hace ser quien eres, todos, sin excepción tenemos un soundtrack propio, la banda sonora de nuestras vidas, de los momentos más importantes en ella, de las personas que han estado allí… Es gracias a la música que somos quienes somos, pues la gente, los momentos y lugares estarán siempre presentes cuando las primeras notas empiecen a sonar. Morrissey siempre está allí, nunca se ha ido, aunque pasan muchos años de silencio, mucho tiempo en que nada nuevo se escucha de él, en realidad para la historia misma de la música contemporanea él siempre ha estado, al igual que los Beatles, Elvis, Johnny Cash, los Pet Shop Boys, Madonna, David Bowie o los Rolling Stones… y las cosas nunca serán iguales ya. Enjoy!