
Toda la verdad es que recurrí a todos, o casi todos los medios que pude agotar para conseguir un boleto, de verdad lo hice, pero no lo logré. Tenía muchas ganas de ir, eso es verdad, y no lo pude hacer, llamé en repetidas ocasiones a un revendedor de quien tengo tarjeta y toda la cosa pero, o no tenía boletos, o me quería sacar hasta siete varos por sólo uno… Acepto que Madonna es una reina y que representa toda una religión, pero igual que con la Cienciología, no esoty dispuesto a dejar casi toda mi quincena en un concierto, no mames, no es para tanto.
Ofrecí puntos a un par de alumnos mios que trabajan en lugares estratégicos, a saber, CIE y Vallas, pero ni así, los boletos de promoción para las empresas se los quedaron los de puestos altos, a ellos ni les pasaron por enfrente.
Entré a cuanto sorteo me encontré en la red, el de cervza Sol, el de ocesa.com… el que se les ocurra, a ese también entré, y nada!
Esos son sólo unos ejemplos de lo que intenté de manera infructífera para ver a Madonna en la ciudad de México, ahora no me queda más que la resignación. Ya pasé por el enojo, la depresión, el terror a ponerle play a una de sus rolas, la obsesión por oir todo lo que tengo de ella… Sólo me resta hacer de tripas corazón y pensar que “ni modo, no es el fin del mundo”, lo cual, a pesar de ser cierto, es dificil de aceptar.
Neta qué chido por los que sí fueron, y por los muchos como yo que nomás nada de nada, pues siempre queda la opción de decir que por recomendación de mi psiquiatra no debo asistir a lugares súmamente concurridos, pues mi equilibrio mental se puede ver seriamente afectado de manera irreparable, tengo principios de esquizofrenia, ni modo… es genético!
PD: Ahora sí, más que cuando un galán me ha dejado por otro, sé lo que es el ardor!