
El tráfico es algo insoportable, ya se volvió “normal” que el estandar en el cálculo del tiempo que uno tarda en trasladarse sea de, al menos una hora.
Los tumultos, la basura, las manifestaciones y la histeria colectiva que impera en ánimo de todos los chilangos es cosa de lo más usual… A todo ello hay que aunar desde hace unos meses, una consecuencia de la ley antitabaco del df que nadie previó. Nuestra Ciudad de México, compuesta en realidad por dos demarcaciones distintas que el azar hizo que se unieran, responde a dos legislaciones diferentes la del DF y la del Edo Mex, o podríamos decir, la libre de humo y la humeante.


En el fondo este es un asunto que no me conflictúa en demasía, en el fondo sólo me niego a hacer lo mismo por que aquellas tierras me desagradan por muchas razones que no expresaré aquí sino en mi siguiente sesión de terapia, pero creo que si bien los satelucos pueden aprovechar esta situación y hacer de su zona la nueva Condesa, con lugares de moda, antros muy hip y cafés y restaurantes de primer nivel, también es una señal de que las cosas en nuestra ciudad no están bien. No existe lugar en el mundo donde al cruzar una linea imaginaria, en este caso, lo s arcos metálicos que a la altura del Toreo dicen Bienvenidos/Gracias por su visita a la Ciudad de México, las leyes se transformen en lo opuesto a las de sus vecinos, o acaso de cada lado del Támesis los londinenses se comportan de modo distinto?
