Ir a un antro gay no tiene nada de espectacular, al menos no para mi, obviamente. El viernes pasado, cuando todo parecía indicar que sería un día bastante equis, por no decir que de hueva, fui por unas chelas a la Condesa con un amigo al que quiero mucho en verdad, es como mi hermano, de hecho, ya ahí, y con un poco de fiesta por las mismas chelas en cuestión, decidimos ir a un antro y como sé el tipo de música que le gusta, propuse ir a Lipstick.
Cabe mencionar que mi amigo, que es cien por ciento heterosexual, a pesar de sus gustos musicales que son muuuy gay, anda medio sacado de onda aún por ciertos issues con su exnovia, misma que se muda de la ciudad después de haberlo cortado y empezado a andar con otro hombre y toda una historia de esas que da un poco de hueva contar por que a todos nos ha pasado alguna vez ya. Además de traer la nariz medio rota por que se quiso sentir fernando Platas en una alberca de veinte centímetros de profundidad, jajajajaja!
Así pues, que nos fuimos al antro este, y nos la pasamos de poca madre hasta las cinco de la mañana; él nunca había estado en un antro gay antes, por lo tanto, al incio tenía la misma cara que el gatito de Shrek con los ojos abiertos como platos, pero después todo resultó muy divertido, sobre todo cuando le dijeron “hola osito!” y él no sabía ni qué hacer, y mucho menos qué decir por que ni siquiera entendía el concepto, jeje.
Finalmente, y aunque este post en mi blog parezca una hueva absoluta, lo único que quiero es decirle que en realidad es mi gran amigo y que me la pasé bomba el viernes… Además de que le advertí que el evento valía la pena ser publicado por que, al menos para nostros dos fue muy cagado todo el tiempo.
Como epílogo a la historia anterior sólo quiero resaltar que lo relevante de ir a un antro gay no es en realidad ir al antro en sí, si no el hecho de estar en un lugar donde quien sea puede ser él mismo, sin bronca alguna (auque no en cualquier antro, obviamente) y que como dijo el mismo Arturo hacia el final de la noche, en su depre la gente gay lo hizo sentir muy contento!
Ups… ya dije su nombre, jajajajaja!
hay papa!! se dice el pecado y no el pecador!! jejejeej, pero bueno…un beso grande wey
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